Caso Arruga: reincorporan a los policías acusados por la
desaparición del adolescente.
El Ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados,
levantó las sanciones que pesaban sobre los ocho policías sospechados de estar implicados en la
desaparición de Luciano Arruga, en enero de 2009. A partir de esta medida, volverán a ocupar sus cargos dentro de la fuerza.
Un fallo judicial a favor de uno de los acusados, que al igual que los
demás, estaba con “disponibilidad preventiva”, por su presunta participación en
el caso, fue la justificación por la cual el funcionario tomó la decisión
de reincorporar a todos los efectivos, a pesar de que el fallo era sobre
uno solo de ellos. Al levantarse la sanción, los policías podrán volver a portar
el arma reglamentaria.
“Esto es escandaloso y es consecuencia de una política que lleva cinco
años en todos los casos de violencia policial, pero sobre todo en el caso
Arruga”, afirmó el abogado de la familia de la víctima.
“Nunca se avanzó en los sumarios abiertos contra los
policías. Y es una política que empezó en el gobierno bonaerense durante la gestión de los ex ministros de
Seguridad Carlos Stornelli y Ricardo Casal, y que sigue adelante con Granados”.
“Una política que garantiza la impunidad de los policías”
El abogado también sostuvo que “el problema central es
que el gobierno bonaerense no colabora en absoluto con la justicia cuando se investiga a policías. Todo forma parte
de una política que garantiza la impunidad de los policías”.
Desde la cuenta de twitter @LucianoArruga, la familia del
adolescente desaparecido desde hace 5 años, expresó su indignación con la medida.
“Reincorporar a los secuestradores y desaparecedores de
Luciano a días del 24 de marzo: toda una declaración de principios Nac&Pop”.
“Declaración de principios en dos sentidos: quieren que
este caso quede impune (no lo van a lograr) y quieren a esta policía para reprimir”.
Luciano Arruga fue visto por última vez el 31 de enero de
2009 en el destacamento policial de Lomas del Mirador. Meses antes, y en ese mismo lugar, fue golpeado por los
policías delante de su mamá y su hermana.
La hipótesis más firme es que la policía lo detenía
constantemente porque el adolescente de 16 años se negaba a robar para ellos.
En un principio, la causa fue caratulada como
“averiguación de paradero”, y recién el año pasado, cuando pasó a la justicia federal, fue recaratulada como “desaparición
forzada de persona”.
Ninguno de los ocho policías acusados, fue procesado por
el hecho.
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