jueves, 18 de abril de 2013

Libres, pero condenadas

Ailén y Marina Jara, fueron condenadas a 2 años y un mes de prisión, acusadas de ser “coautoras de lesiones graves”, contra un hombre que había intentado abusar de ellas. Como las chicas estaban presas desde hacía más de 2 años, se ordenó su libertad.
Luego de un polémico fallo, las hermanas Jara recuperaron su libertad. Los jueces consideraron que las chicas no se defendieron de un supuesto intento de violación como habían denunciado. Es decir, el tribunal no les creyó, y tampoco aceptó que se encuadrara el caso como un acto de violencia de género, tal como organismos de derechos humanos pedían.
La Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), emitió un comunicado en el que repudia el fallo condenatorio contra Ailén y Marina, el que será apelado para pedir la absolución definitiva de ambas.
Mabel Bianco, Presidenta de FEIM, dijo que “las hermanas Jara fueron víctimas del abuso de poder de un hombre y también del sistema judicial que las mantuvo dos años presas sin haberlas escuchado hasta el día del juicio”.
“Es un caso paradigmático y un antecedente importante para trabajar en desterrar la violencia sexista. Hay que capacitar al personal de la justicia y las fuerzas de seguridad”, sostuvo.

Causa invertida

Ailén de 21 años y Marina de 20, estaban presas en el penal de Los Hornos desde hacía más de 2 años, acusadas de haber intentado matar a un hombre al que ellas acusan de haber intentado abusarlas.
El hombre en cuestión denunció a las hermanas la madrugada del 19 de febrero de 2011 en la comisaría de Paso del Rey, acusándolas de haberlo atacado con un cuchillo sin motivo.
Las chicas también se presentaron en la misma dependencia policial, y relataron que el hombre las acosaba y quiso abusar de ellas amenazándolas con un arma de fuego, por lo que ellas se defendieron con un cuchillo. Las hermanas quedaron detenidas desde ese momento acusadas de intento de homicidio.
El caso fue seguido por organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, que pidieron por su libertad en todo momento.
La Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas y la Fundación para Estudios e Investigación de la Mujer, encuadraron el caso como un acto de violencia de género.
Por su parte, la Comisión Provincial de la Memoria (CPM), asegura que se trató de “una causa invertida, donde la presunta víctima es en realidad el victimario. En cambio, las víctimas reales de una agresión sexual se encuentran en el banquillo de las acusadas, en un caso que evidencia la violencia de género existente en la sociedad y reproducida por el Estado”.
La defensa de las chicas además de apelar el fallo, pedirá “juicio político a estos funcionarios sin escrúpulos”, en referencia a la defensora oficial y a la fiscal de Moreno, Luisa Pontecorvo. A esta última por irregularidades al comienzo de la investigación.
En tanto, Ailén y Marina, ahora en libertad, quieren “trabajar por los derechos de las mujeres. Ayudar a las personas que están presas injustamente, como lo estuvimos nosotras”.

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