El tren de Castelar frenaba bien
Un peritaje realizado en la formación que protagonizó el
choque en Castelar, determinó que el tren no tenía problemas de freno. Para el
fiscal no se trató de un sabotaje del maquinista, sino que “actuó de manera
imprudente”.
A través de un peritaje llevado a cabo por peritos oficiales
y peritos que representan al maquinista, se afirmó que “no hay
evidencias objetivas de fallas ni que hubiera imposibilidades en el
frenado de la formación”.
Los peritos que representan al motorman se abstuvieron de
firmar el informe, aunque deberán hacerlo o presentar uno propio,
ya que legalmente aceptaron ese trabajo y cobraron por él.
El jueves 13 de junio a las 7 de la mañana a metros de la
estación Castelar, un tren con destino a Moreno embistió a otro que
estaba parado en las vías en la misma dirección, dejando 3 muertos
y 315 heridos.
El maquinista del tren que chocó al que estaba parado,
Daniel López, aseguró a las autoridades que “la formación andaba perfectamente hasta los últimos minutos en que no
funcionaron los frenos”.
Por su parte, el Ministro de Interior y Transporte,
Florencio Randazzo, había explicado en ese momento, que “el tren salió de Once y frenó sin inconvenientes en Flores, Liniers
y Morón. Desde que salió de Morón, la velocidad fue siempre en ascenso, nunca disminuyó, a pesar de que en ese trayecto
había cuatro señales, una de advertencia para reducir la velocidad, y otras tres de peligro para frenar”.
También la Comisión Nacional de Regulación del Transporte
(CNRT), había señalado días después del choque que “no había ninguna evidencia física ni mecánica de que el
conductor haya intentado frenar la formación, ya que la palanca de velocidad quedó en el máximo y el panel del freno
no fue activado”.
“Manejaba imprudentemente”
En el informe presentado en estos días, se determinó que la
formación tenía 4 sistemas de frenos y todos funcionaron sin problemas hasta la estación de Morón. Para
los peritos es imposible que no hayan funcionado al momento del choque, y hasta detectaron que el motorman
aumentó la velocidad.
Asimismo, también se descartó que López haya hablado por
celular o enviado mensajes.
En tanto, el fiscal que lleva adelante la investigación,
Sebastián Basso, confirmó que “los frenos funcionaban”, y que “el maquinista circulaba a más de 60 km por hora”.
Además consideró que el motorman “manejaba imprudentemente,
no respetó las señales, y por eso fue el accidente”, pero descartó la posibilidad de sabotaje, tal
como había denunciado uno de los abogados de las víctimas de la tragedia de Once. “El maquinista no actuó
dolosamente”, expresó el fiscal.
Con la presentación del peritaje, la situación del
maquinista se complica aún más. La hipótesis que manejan en la justicia es que el motorman estaba dormitando o tuvo una
distracción importante mientras conducía el tren, sobre todo porque cruzó varias señales que le indicaban que debía
frenar y no lo hizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario