Se cumplieron 4 años de la desaparición de Luciano Arruga
En
un nuevo aniversario de la desaparición del adolescente, que tenía 16 años cuando
fue visto por última vez en un destacamento policial, se conocieron novedades
en la causa.
La familia de Luciano Arruga volvió a exigir justicia luego
de 4 años de ausencia. Además junto a la Comisión Provincial por la Memoria
(CPM), el CELS, y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza,
celebraron que la causa dejó de investigarse como “desaparición forzada” para
pasar a ser “averiguación de paradero”.
También
reclamaron una vez más, el enjuiciamiento de la fiscal Roxana Castelli, por
delegar la investigación en los policías sospechados de torturar y desaparecer
a la víctima.
Asimismo
pidieron la federalización de la causa, que hoy se sigue tramitando en el fuero
provincial. En caso que la justicia federal no acepte el traspaso, la cuestión
deberá ser resuelta por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Arruga
desapareció el 31 de enero del año 2009, luego de ser detenido por policías que
trabajaban en el destacamento de Lomas del Mirador. La hipótesis más firme es
que los efectivos querían reclutar al menor para que robara para ellos, como él
se negaba, era hostigado constantemente.
En
varias oportunidades Vanesa Orieta, hermana del adolescente, denunció que a su
hermano “la policía lo detenía sistemáticamente porque no quería salir a robar
para ellos, le habían ofrecido armas, auto y liberarle la zona. Le decían que
si no lo hacía, iba a terminar en un zanjón”.
“Lo golpearon frente a mí y a mi mamá”
En tanto, la justicia detuvo al oficial de la Bonaerense
Julio Torales, acusado de torturar a Arruga unos meses antes de su
desaparición. La propia víctima lo había señalado como quien lo torturó antes de
que fuera detenido y desaparecido. El policía fue arrestado por el delito de
“severidades y vejaciones”, y no por
“torturas” como pretendía la familia.
El hecho ocurrió el 22 de septiembre de 2008, cuando el
chico fue detenido por “averiguación de antecedentes” por una denuncia de robos
de celulares. Arruga era menor de edad y los policías sabían que no podían
retenerlo. Esa noche, recordó Orieta, a su hermano “lo golpearon frente a mí y
a mi mamá”.
El
destacamento no tenía celdas, y lo torturaron en la cocina en presencia de su
mamá y su hermana. “A cada rato escuchábamos los gritos de Luciano cuando se abría
la puerta”.
La
casa en la que funcionó ese destacamento policial donde fue visto por última
vez Arruga, fue cerrado el 28 de diciembre de 2011.
Apartan a 8 policías
Asimismo, luego de cuatro años de reclamos de los familiares
y organismos de Derechos Humanos, y fuertes críticas al Gobernador Daniel
Scioli, y su ministro Casal, el Ministerio de Justicia apartó de sus cargos, de
manera preventiva, a los 8 policías implicados en la desaparición de Arruga,
que se desempeñaban en el destacamento donde fue visto por última vez.
En un principio, habían sido pasados a disponibilidad, pero
luego se los reincorporó y reasignó a otras jurisdicciones. Habrá que esperar
para saber si en esta oportunidad vuelve a pasar lo mismo. “Scioli nos recibió
en agosto pasado, tres años después de que desaparezca Luciano. Nos prometió sumariarlos
y exonerarlos. Y esas cuestiones administrativas ni siquiera avanzaron”, había
denunciado Orieta hace poco.
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