LA DÉCADA GANADA – DEBE Y HABER
Por Germán Suarez
El 25 de Mayo de 2013 se cumplen 10 años de la
asunción al Gobierno de Néstor Kirchner. El mismo año que se cumplen 30 del
regreso de la Democracia. Desde 1983 hasta el inicio de la era Kirchnerista se
sucedieron en Argentina: cinco años y medio de un dubitativo gobierno de
Alfonsín, que terminó consumido entre promesas incumplidas e impotencias
económicas; diez años de gobierno de Menem, en donde se llevó a cabo una feroz
entrega de los patrimonios nacionales, contando con el silencio cómplice de
gran parte de la oposición y con el apoyo de una clase media que disfrutaba de
la convertibilidad peso-dólar, hasta que la burbuja especulativa sucumbió y no
aguantó la larga recesión post efecto Tequila, sumado a innumerables hecho de
grave corrupción, llegando incluso a la venta de armamentos a países en litigio
en donde Argentina era garante de Paz; dos años de Alianza, que intentó
maquillar el descalabro menemista, pero entre peleas internas, sobornos en el
Senado y la decisión de incorporar al gobierno a Cavallo no hizo más que
preparar un escenario que terminó por volcar al pueblo masivamente a las calles
y precipitó la huida de De la Rua en helicóptero dejando más de 30 muertos a
sus espaldas; los próximos dos años se consumieron entre Presidentes fugaces y un Duhalde que
siguió beneficiando a grandes grupos económicos y que tuvo que llamar a
elecciones luego de la represión en Avellaneda que terminó con las vidas de
Kosteki y Santillán.
En ese contexto donde la Nación corría peligro de dejar de serlo como tal, aparece en escena un gobernador de una provincia de la Patagonia, desconocido por muchos, a tal punto que gana las elecciones de 2003 al retirarse Menem del ballotage y con sólo el 23% de los votos, hecho que hizo crear una de sus frases más recordadas: “Tengo menos votos que desocupados”.
Desde el inicio de su gestión, Néstor Kirchner supo de su debilidad política debido al magro porcentaje obtenido y de la necesidad de sellar diversas alianzas que le permitieran tener gobernabilidad mientras dedicaba sus esfuerzos a recomponer un tejido social despedazado en los ´90. Mirado con desconfianza por el Peronismo clásico de Buenos Aires, y con la mochila a cuestas de ser el candidato “menos malo posible”, Kirchner llega a la Casa de Gobierno rodeado de un círculo íntimo de asesores de máxima confianza, y en poco tiempo llevó a cabo actos y medidas que hicieron posible el acercamiento de distintas organizaciones sociales y de Derechos Humanos, ampliando una base militante que esperaba un cambio en la vieja política.
“No dejaré mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada” fue una de sus frases que más impactó en la juventud, pronunciada el día de su asunción en el Congreso, y marcó a fuego a una generación que levantaría banderas que parecían olvidadas.
El pedir perdón en nombre del Estado en la ex Esma, sacar los cuadros de los Videla y Bignone del Colegio Militar, la Derogación de las Leyes de Impunidad y la quita de Deuda Externa para lograr independencia frente al FMI, fueron medidas fundacionales. Dentro de las acciones más importantes de su gestión se cuentan la conformación de una nueva Corte Suprema de Justicia, el fortalecimiento del Mercosur y la Unasur, la reactivación de la Economía y la Industria con gran cantidad de Parques Industriales lo que produjo la creación de puestos de trabajo reduciendo notablemente el desempleo, el impulso a los Juicios a los represores de la última Dictadura Militar, y la vuelta de la Política como movimiento Social, acercando a los jóvenes a participar del cambio que se estaba gestando.
En ese contexto donde la Nación corría peligro de dejar de serlo como tal, aparece en escena un gobernador de una provincia de la Patagonia, desconocido por muchos, a tal punto que gana las elecciones de 2003 al retirarse Menem del ballotage y con sólo el 23% de los votos, hecho que hizo crear una de sus frases más recordadas: “Tengo menos votos que desocupados”.
Desde el inicio de su gestión, Néstor Kirchner supo de su debilidad política debido al magro porcentaje obtenido y de la necesidad de sellar diversas alianzas que le permitieran tener gobernabilidad mientras dedicaba sus esfuerzos a recomponer un tejido social despedazado en los ´90. Mirado con desconfianza por el Peronismo clásico de Buenos Aires, y con la mochila a cuestas de ser el candidato “menos malo posible”, Kirchner llega a la Casa de Gobierno rodeado de un círculo íntimo de asesores de máxima confianza, y en poco tiempo llevó a cabo actos y medidas que hicieron posible el acercamiento de distintas organizaciones sociales y de Derechos Humanos, ampliando una base militante que esperaba un cambio en la vieja política.
“No dejaré mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada” fue una de sus frases que más impactó en la juventud, pronunciada el día de su asunción en el Congreso, y marcó a fuego a una generación que levantaría banderas que parecían olvidadas.
El pedir perdón en nombre del Estado en la ex Esma, sacar los cuadros de los Videla y Bignone del Colegio Militar, la Derogación de las Leyes de Impunidad y la quita de Deuda Externa para lograr independencia frente al FMI, fueron medidas fundacionales. Dentro de las acciones más importantes de su gestión se cuentan la conformación de una nueva Corte Suprema de Justicia, el fortalecimiento del Mercosur y la Unasur, la reactivación de la Economía y la Industria con gran cantidad de Parques Industriales lo que produjo la creación de puestos de trabajo reduciendo notablemente el desempleo, el impulso a los Juicios a los represores de la última Dictadura Militar, y la vuelta de la Política como movimiento Social, acercando a los jóvenes a participar del cambio que se estaba gestando.
Con un alto grado de popularidad cercano al
60%, Kirchner llega al final de su mandato impulsando la candidatura de su
esposa Cristina Fernández, senadora nacional, quien se destacaba por sus discursos
pasionales en el recinto. Mujer con agallas, ya se había destacado en las
jornadas previas al 2001 al encarar discusiones con “próceres” de la cultura como David Viñas donde la senadora le
pedía a la población que participe desde el lugar que sea, para combatir el
pesimismo reinante de cierto establishment mediático y social.
El 28 de octubre de 2007 la fórmula del Frente Para la Victoria encabezada por Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el primer lugar logrando el 45% de los votos, duplicando los sufragios de su perseguidora Elisa Carrió. De esta manera, una mujer llegaba por primera vez en la historia Argentina a ocupar la Presidencia de la República mediante el voto popular, acompañada por Julio Cobos, Radical, quien llega a la Vicepresidencia como parte de un armado de alianzas ideado por Néstor Kirchner llamado Transversalidad. Llegada al Gobierno con una alta aceptación popular, logró la relección en 2011 con un margen aun mayor, obteniendo el 54% de los votos y sacando la diferencia más amplia de la historia sobre la segunda lista.
De corte netamente Nacional y Popular, su gobierno impulsó importante medidas entre las que se destacan la Asignación Universal por Hijo, la Reestatización de los Fondos Jubilatorios, el incremento del Presupuesto en Ciencia e Investigación, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Ley de Matrimonio Igualitario, el Apoyo al cine y la Cultura, el Programa para la Vivienda Procrear, la Reestatización de YPF y la Política sobre Malvinas.
También se destacan en estos 10 años la Reestatización de Aerolíneas Argentinas, el Incremento del Presupuesto en Educación del 4 al 6% del PBI, la Ley de Movilidad Jubilatoria, los procesos de Paritarias y la Política Soberana ante los reclamos de los Fondos Buitres.
Durante la gestión de Cristina, el gobierno sufrió los embates de poderosos grupos económicos como el lock-out de las Patronales Agropecuarias en 2008, lo que llevó al oficialismo a perder las legislativas del 2009, al quedar muy debilitado ante la opinión pública luego del famoso voto No-Positivo de Cobos que desempató en la votación del Proyecto de Ley que aumentaba las Retenciones a las Exportaciones de soja y girasol. El rol desempeñado en esos días por los diarios Clarín y La Nación fue fundamental, ya que sintieron tocados sus intereses económicos, y sumado a la Ley de Medios, hizo que comenzara una lucha de poder contra el gobierno que dura hasta la actualidad.
CFK también ha tenido que lidiar desde 2008 con la Crisis Económica Mundial, una de las peores de la historia, lo que ha impactado regionalmente desacelerando la economía local, donde el gobierno ha tomado medidas, acertadas o erróneas, pero siempre preservando las fuentes laborales y el salario de los trabajadores.
El 28 de octubre de 2007 la fórmula del Frente Para la Victoria encabezada por Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el primer lugar logrando el 45% de los votos, duplicando los sufragios de su perseguidora Elisa Carrió. De esta manera, una mujer llegaba por primera vez en la historia Argentina a ocupar la Presidencia de la República mediante el voto popular, acompañada por Julio Cobos, Radical, quien llega a la Vicepresidencia como parte de un armado de alianzas ideado por Néstor Kirchner llamado Transversalidad. Llegada al Gobierno con una alta aceptación popular, logró la relección en 2011 con un margen aun mayor, obteniendo el 54% de los votos y sacando la diferencia más amplia de la historia sobre la segunda lista.
De corte netamente Nacional y Popular, su gobierno impulsó importante medidas entre las que se destacan la Asignación Universal por Hijo, la Reestatización de los Fondos Jubilatorios, el incremento del Presupuesto en Ciencia e Investigación, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Ley de Matrimonio Igualitario, el Apoyo al cine y la Cultura, el Programa para la Vivienda Procrear, la Reestatización de YPF y la Política sobre Malvinas.
También se destacan en estos 10 años la Reestatización de Aerolíneas Argentinas, el Incremento del Presupuesto en Educación del 4 al 6% del PBI, la Ley de Movilidad Jubilatoria, los procesos de Paritarias y la Política Soberana ante los reclamos de los Fondos Buitres.
Durante la gestión de Cristina, el gobierno sufrió los embates de poderosos grupos económicos como el lock-out de las Patronales Agropecuarias en 2008, lo que llevó al oficialismo a perder las legislativas del 2009, al quedar muy debilitado ante la opinión pública luego del famoso voto No-Positivo de Cobos que desempató en la votación del Proyecto de Ley que aumentaba las Retenciones a las Exportaciones de soja y girasol. El rol desempeñado en esos días por los diarios Clarín y La Nación fue fundamental, ya que sintieron tocados sus intereses económicos, y sumado a la Ley de Medios, hizo que comenzara una lucha de poder contra el gobierno que dura hasta la actualidad.
CFK también ha tenido que lidiar desde 2008 con la Crisis Económica Mundial, una de las peores de la historia, lo que ha impactado regionalmente desacelerando la economía local, donde el gobierno ha tomado medidas, acertadas o erróneas, pero siempre preservando las fuentes laborales y el salario de los trabajadores.
Deudas
pendientes
El Kirchnerismo llega a sus Diez años en el poder sin su Creador ya fallecido en 2010, con su esposa continuando un camino lleno de contradicciones pero con la certeza de que es la única fuerza política que “Cambia la Realidad”, y sobre todo, dejando un legado a muchos jóvenes y a diversas agrupaciones políticas, de que con la Militancia y la Voluntad, Argentina tiene futuro.
Más allá de distintas banderías políticas, el Kirchnerismo ha trascendido a los propios Néstor y Cristina y se ha convertido en un Movimiento Histórico en si mismo.
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