lunes, 3 de junio de 2013

REFLEXIONES SOBRE LA IN-TOLERANCIA

Por Germán Suarez

Cuando era niño, mi padre me llevaba a festejos patrios; en esa época desfilaban tanques y regimientos enteros de cuerpos militares, incluso bien entrada la década del 80. Nadie preguntaba cuanto gastaba el Gobierno en esos desfiles y ceremonias. Claro, la gente estaba preocupada por no desaparecer o por el Mundial.
En el año 88, se realizó un gran recital para festejar los 5 años de Democracia, en la 9 de Julio y Libertador (aún no estaba la autopista Illia). Recuedo que entre otros músicos tocaron Charly García, Gustavo Cerati y Fito Paez. Nadie preguntó si estos tres  artistas estaban pagos por el Gobierno. Claro, era un Gobierno Radical; honesto. Yo estuve ese día; todos eramos honestos. 
En el año 89 estuve también con mi viejo en un gran acto de campaña del radicalismo en Palermo. Ese día vi por primera vez al Flaco Spinetta, acústico, apoyando a Angeloz. Nadie preguntó si el Flaco estaba pago por el Gobierno Radical. 
En el año 98, la Alianza realizó un gran acto en cancha de Ferro, ya con De la Rua como candidato a Presidente. Actuaron varios artistas, entre los que recuerdo a León Gieco. Yo estuve. Nadie preguntó si León estaba comprado por la Alianza. Claro, la gente estaba preocupada en destronar a Menem como sea, porque la mitad de la población era pobre.
Ya con la Alianza en el Poder, se organizó un festejo multitudinario por el 25 de Mayo con la participación de Jairo, Fabiana Cantilo, Baglietto y Lito Vitale entre otros. Luego se editó un CD con versiones hermosas de las Canciones Patrias, que hoy se escuchan en todas las escuelas. Nadie preguntó si estos enormes artistas estaba comprados por el Gobierno Aliancista. 
Nadie preguntaba, ni nosotros, ni los que opinaban distinto, ni mucho menos Clarín y Nación.
Hoy resulta que desde los festejos del Bicentenario, todos los artistas, todos, están comprados por el Gobierno Kirchnerista. Todos. Todos estamos comprados. Todos los que apoyamos determinados actos de Gobierno. Resulta que a mis 40 años y con un trayecto para algunos corto, para mi bastante largo, no tengo chance de apoyar determinados actos de un Gobierno de turno. Agregando encima (y los que me conoces dan fe) que nunca fui Peronista. Estoy comprado. Recibo un sobre en algún local de La Cámpora. Seguramente. Recibo chori y coca. Bien.
Tengo amigos que hablan de la intolerancia de la Presidente. Leen lo que están escribiendo? Mientras insultan a Fito Paéz, Víctor Heredia, Ciro, Maravilla Martínez, Estela de Carlotto, Susana Trimarco, Horacio Verbitsky o quien se ponga adelante? Leen lo que escriben mientras aplauden a la gente que escribe carteles del calibre de Morite Yegua, Andate con Néstor, etc? Leen lo que escriben mientras ven la Fiesta que se vive en las manifestaciones de los que apoyan al Gobierno, sin ningún insulto  a los Opositores, sean políticos o periodistas?
En estas reflexiones no se va la amistad. Ni en recriminaciones. El Amor  a un Padre va más allá de todo análisis. Y la amistad no se pierde en peleas de Política.
Pero cuál es el problema de apoyar lo que está bien y criticar lo que está mal? Lo interesante de los que apoyamos determinadas medidas del Gobierno, es que sabemos que cosas están mal, sabemos disentir, discutir, proponer. Sabemos construir para adelante. Los Opositores cegados, solo agreden, discriminan, son intolerantes. Y eso les hace mal, les hace perder energías que podrían aprovechar para construir una alternativa superadora al Kirchnerismo, elaborando sobre lo bueno, haciendo lo que falta.
Agreden. Chori y coca. El 25M, las Organizaciones no entraron a la Plaza hasta avanzada la tarde. O sea, la Plaza estaba llena de gente que fue a divertirse, a ver a sus artistas, a festejar, en familia, con amigos. Dicho sea de paso La Cámpora por ejemplo, es una organización que nació en Capital Federal, y tiene mucho movimiento en las Facultades y en estratos sociales medios; o sea que eventualmente de chori y coca, poco y nada. Los sectores del Partido Socialista que apoyan al Gobierno, lo mismo. Nuevo Encuentro, lo mismo. Lo mismo el Partido Humanista. En fin, de más está decir que es muy rico de vez en cuando clavarse un chori con coca. 
Ojalá que los Opositores aprendan a  vivir en Democracia. A veces ganando elecciones, otras perdiendo, nunca agrediendo de tal manera. Pero quizás los Opositores de este tiempo  están muy cómodos en el rol de Opositor, o al menos es la imagen que dan.

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